Películas para unas fiestas felices y una suave melancolía.

Jimina Sabadú
9 min readJan 5, 2024

Llevo dos años queriendo escribir esto, pero estar rodando una película me lo ha impedido. Sólo es una lista de películas que quizás hayas olvidado (otras no) y que son perfectas para el Día de Reyes. También lo hubieran sido para el día de Navidad, pero escribo esto a día 5 de diciembre…

No será la lista mejor escrita del mundo, pero sí la más sentida… Allá van.

  1. La primera no es ninguna joya olvidada. Es joya a secas. Cuento de navidad con los Teleñecos. Este año y el anterior ha corrido por redes el dato de que Michael Cane decidió rodar la película como si fuera una obra de teatro seria, en vez de tratar a las marionetas como marionetas. Gran acierto que, sin duda, contribuyó a crear la mejor versión jamás filmada del clásico de Charles Dickens. La dirigió Brian Henson y la escribió Jerry Juhl, guionista de todo el Teleñecoverso. La verdad es que tengo ganas de verla otra vez.

2. El abuelo está loco. Birrioso título español para la producción de Disney en imagen real The Gnome Mobile, un alegato ecologista de 1967 en el que los niños de Mary Poppins hacen básicamente el mismo papel, solo que en esta ocasión visitan a su abuelo oligarca, un señor con las hechuras y la mentalidad de Amancio Ortega cuyo deseo es talar secuoyas a lo loco. Pero los niños descubren que en ese bosque viven unos gnomos que se quedarán sin hogar si el bosque desaparece. Entre deliciosas canciones de los hermanos Sherman, los socios del yayo le internan en un psiquiátrico porque lo de los gnomos suena a que está loco. De ahí el título en español. El guión lo adaptó Ellis Kadison, autor de una pila de títulos de la televisión clásica, y el libro en el que está basado es de ¡Upton Sinclair! La dirección es de Robert Stevenson, nombre que quizás no les diga nada, pero que ha dirigido unas cuantas películas de esta lista y, además, clásicos como Mery Poppins o Las minas del rey Salomón.

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3. Se nos ha perdido un dinosaurio. También de Robert Stevenson, también de Disney, también de imagen real. El título es más prometedor que la película, y el poster es una mierda como el sombrero de un picador. La acción transcurre en Londres, en el Museo de Ciencias (el mejor lugar del mundo). Unos chinos esconden un microfilm en el esqueleto de un diplodocus y a partir de ahí comienza una persecución disparatada que me recuerda a la de la película de Zipi y Zape (la buena, la del 81, la de los niños actores que luego se hicieron heavies). El guión es de Bill Walsh, uno de los mejores guionistas de Disney, y de David Forrest, pseudónimo tras el que se escondían dos fulanos (como en el caso de Carmen Mola, pero con uno menos) llamados Robert Forrest-Web y David Eliades. Aunque ahora recordemos esta película como un extraño recuerdo, la crítica de la época la puso bastante bien. Fue gracias al video doméstico que pudimos verla en todo su esplendor. Esperemo que Disney Plus la recupere.

4. Baby, el secreto de la leyenda perdida. Otro alegato ecologista y antibelicista con crítica postcolonialista. Esta vez firmado en 1985, en esa época en la que siempre una familia o un particular acababa en la selva descubriendo alguna cosa de la que los locales no tenían ni puta idea.Tras el corazón verde, Gorilas en la niebla, La costa de los mosquitos, o esta película son algunos ejemplos. En este caso una familia de científicos se traslada a la selva y descubre un brontosaurio bebé al que se quieren cargar tanto los señores de la guerra como otro científico. Hay un niño con el pelo a tazón y yo la recuerdo como una gran película, muy emotiva. La crítica de la época la masacró. Guión de David Lee Miller (despues especializado en videojuegos), y la dupla Clifford y Hellen Green. La dirección es de Bill Norton, quien luego no salió de los videojuegos y la tv. El cine no perdona los fracasos.

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5 y 6. La montaña embrujada/Regreso a la montaña embrujada. Dos películas que la gente suele recordar como una sola. En realidad son dos partes. En la primera, unos niños con extraños poderes huyen de un oligarca que desea usarles para hacer el mal. En la segunda (bastante mejor, en mi recuerdo) les pasa lo mismo, pero en Los Ángeles. Parte del encanto de la segunda está en la presencia de Cristopher Lee y Bette Davies. Ambas las dirigió el prolífico John Hough. La historia es una adaptación de la obra de Alexander Key (también autor de Conan, el niño del futuro por ejemplo) y el guión lo firmó Robert Malcolm Young, todoterreno capaz de firmar misterio, comedia, terror, o infantil.

7. Fuga de noche. Extraña producción Disney de 1982 que adapta la historia real de dos familias alemanas que, hasta los huevos de pasar penalidades, decide huír del bloque comunista. Lo hacen en globo y de noche. La construcción del globo es casera y la película es triste, apagada, y sin embargo tuvo cierto éxito entre el público infantil. Su guionista, John Mc Greevy, tuvo una larga carrera en tv, cuando la tv no era prestigiosa. Su director fue Delbert Mann, autor de la inolvidable Marty.

8. Regreso a Oz. Primera y última incursión del gran Walter Murch en la dirección. La historia (firmada por Gill Dennis y el propio Murch) es una continuación espúria del Mago de Oz (espúria teniendo en cuenta que Frank L. Baum escribió catorce libros de Oz) arranca cuando Dorothy regresa a Kansas contando una serie de chaladuras que hacen que sea ingresada para sufrir una lobotomía. Huye de nuevo a Oz y allí descubre que, mientras que para ella han pasado sólo un par de días, en Oz han transcurrido décadas y todo está en ruinas. El mundo fantástico está infestado de unas criaturas terroríficas llamadas Wheelers (una especie de payasos sobre ruedas) y vive dominado por la bruja Nombi. Una historia de terror fantásticamente bien escrita y dirigida que, sin embargo, no tuvo éxito. Demasiado oscura. Fue el debut de Fairuza Balk y en el reparto están tanto Piper Laurie como Jean Marhs (actriz y creadora, entre otras, de Arriba y abajo). Y yo tengo enmarcado el póster en mi salón. Una película de cabecera.

9. El ultimo unicornio. Allende las fronteras de Disney, Rankin & Bass (que también saldrán varias veces en esta lista) trataban de hacer un cine de animación diferente. La película que nos ocupa es fina, melancólica, oscura. Peter S. Beagle adapta su propia novela y logra imágenes inolvidables como la de los unicornios tratando de abandonar la espuma de mar, la del esqueleto alcohólico del reloj, o la de los nudos-senos del árbol que cobra vida. Una película imprescindible con las voces (en el original) de Mia Farrow, Jeff Bridges, Ángela Lansbury, y Cristopher Lee entre otros. También hay una preciosa canción del grupo América. Una película que deberían emitir cada navidad. Por lo visto hay alguna historia con la productora que, por cierto, pone a la venta día sí, día también, acetatos originales de sus películas.

10. Vuelo de dragones. El único defecto de esta película de 1982 (también de Rankin & Bass) es el póster, uno de los más feos de la Historia del Cine. La película consta como una adaptación de un libro de Peter Dickinson, pero el argumento original, ya que el libro es en realidad un ensayo serio y documentado sobre cómo podían volar los dragones. Con deliciosas referencias tanto a Tolkien como a Le Guin, el manual es una obra básica para todo amante de la fantasía. La película, coescrita por Romeo Muller y Wayne Anderson, cuenta la historia del propio Peter Dickinson, quien acude a una tienda de antiguedades a vender un reloj para poder financiar la producción de un juego de mesa llamado Vuelo de dragones. Este juego representa la vida que él desea. Un mundo mágico lejos de las velocidades del mundo moderno. Al comenzar a jugar con el pobre señor de la tienda, Peter cae en el hechizo de Carolinus, un mago que le invoca para salvar su mundo de su malvado hermano Omadón. La película no sólo es una joya olvidada de la animación, sino una narración madura y compleja llena de grandes imágenes y momentos inolvidables.

11. Cita en Saint Louis es todo lo que un analista de guión te diría que no hay que hacer. No pasa nada. Absolutamente nada. Bueno, sí. Unas niñas fingen haber sido atropelladas por un tranvía y al mismo tiempo una de ellas culpa al vecino de haberla intentado asesinar. Pero, más allá de eso, es un musical delicioso e inigualable de Vincent Minelli protagonizado por Judy Garland (se puede decir que Liza Minelli existe gracias a eta película) con unas cuantas canciones que no tienen parangón. En Saint Louis todo es amable, fácil, divertido, lleno de color. Nada es creíble, pero tanto da. Es una película que apetece ver un millón de veces. La trama varía cada diez minutos. Digamos que es la vida de una familia en Saint Louis. Y, como dice una de las protagonistas, “qué suerte tengo de vivir en mi ciudad favorita del mundo”.

12. Tengo 17 años. José María Forqué filma un guión coescrito con Jaime de Armiñán y Enrique Llovet. Una pijísima y maravillosa Rocío Durcal viaja con una compañía teatral para hacer una representación. En el ínterin, Rocío se pierde por el bosque (hay una analogía bastante evidente con Blancanieves) y se encuentra con un grupo de siete hermanos alfareros que viven con su anciano padre. Todas las canciones son buenas y el único defecto que se le puede achacar es que el galán esté interpretado por ¡Pedro Osinaga! La pobreza de medios se compensa con una acertadísima paleta de colores donde prima el bermellón, que es el color que tratan de lograr los hermanos en sus creaciones ceramistas. El momento de Villancico en Belén es de los más bonitos del cine familiar español. Y el final en Las Vistillas es una delicia. El carisma de Rocío Durcal en todo su esplendor.

Y aquí termina esta primera parte de películas para niños, mayores, y niños viejos. En la siguiente entrega (espero que esta misma noche) entrarán diez películas más.

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Jimina Sabadú

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